La talentosa cantante andaluza Niña Pastori, culminaba su gira Camino, con dos espectaculares conciertos y no quisimos perdérnoslos. Uno en el WiZink Center de Madrid y otro en el Palau Sant Jordi de Barcelona, para poner punto y final a una gira con la que ha vuelto a conquistar a sus seguidores en Estados Unidos, México y España con innumerables sold outs.
Comenzaba el show con una Intro sublime con el director musical Chaboli, y marido de la artista, dando golpes con un bastón en el suelo del escenario y acompañado del resto de los músicos al cante y a las palmas, para que a continuación hiciera su aparición estelar la artista oriunda de San Fernando (Cádiz) y hacer que el respetable rugiera y aplaudiera a rabiar.
Niña Pastori lucía un brillo especial en su mirada durante toda la velada, a sabiendas de que culminaba una etapa exitosísima, en la que ha conquistado su quinto Latín Grammy por el aclamado disco Camino en la categoría de Mejor Álbum de Música Flamenca en la 24ª Entrega Anual celebrada en Sevilla. La cantante irradiaba una alegría que compartía con sus seguidores. Abrían con “El Cantante” de Rubén Blades y “Regoleta”. Espectacular comienzo de show.
Vítores y aplausos para Niña Pastori por la demostración de talento que hacía con su voz. Ese instrumento que la ha catapultado hasta el olimpo de los artistas y que es un verdadero placer disfrutar en vivo. Las texturas que le imprimen los músicos a las canciones, también es digno de mención. Piano de cola, percusiones, cante, palmas, bajo, guitarras, en fin, todo suena orgánico y con duende. Seguro estoy que Camarón aplaude desde el más allá.
Interpretan “Yo nací para vencer”, “Pon que dale” y “Bon día” entre otras. También hay tiempo para que Niña Pastori versione de forma excelsa a Juan Luis Guerra con “Burbujas de Amor” y a Alejandro Sanz con “Cuando nadie me ve”.
Chaboli interpreta una versión magistral de “Gitano Soy” que debería ser enseñada en todas las universidades de flamenco del mundo. Niña Pastori cambia de vestimenta durante varias veces durante sus magistrales conciertos, pero lo que permanece impoluto y con un poderío abismal, es su voz.
También hay invitados como Abraham Mateo que acompaña a la cantante andaluza en “Válgame Dios”, Amaral sube al escenario para fusionar dos géneros como el pop-rock y el flamenco con la pieza “El universo sobre mí” y también la acompaña en una canción La Tana. Invitados espectaculares que acompañan a Niña Pastori en dos noches que deben ser escritas en las páginas de la música universal.
Prosiguen el concierto con canciones como “Y para que…”, “La habitación” y “Azotea”, entre otras, en unas veladas mágicas donde Madrid y Barcelona se rinden a la artista andaluza.
Y para despedir estas dos noches históricas, Niña Pastori, interpretaba magistralmente su himno “Yo tengo una cosa”. El respetable público la aplaudió durante largos minutos en señal de agradecimiento ante tremenda demostración de arte. ¡Enhorabuena!
Reseña por Mauro Nicolás Gamboa
Fotografías por @fernandamawrphoto
