Pulp regresó con su inconfundible britpop, liderado por el carismático Jarvis Cocker, quien deleitó al público con canciones como “Common People” y “Falling Apart”. Su presencia escénica y conexión con la audiencia demostraron que su música sigue tan relevante y vibrante como siempre.

Vampire Weekend trajo un aire fresco y lleno de vida. Su mezcla de indie rock y ritmos afro-pop hizo que nadie pudiera quedarse quieto. Canciones como “A-Punk” y “Campus” fueron el punto culminante de un set que dejó a todos con una sonrisa en la cara y ganas de más.

Dillom, el joven talento argentino, se robó el show con su estilo audaz y letras directas. Presentando su nuevo álbum, “por cesárea”, su energía en el escenario fue contagiosa, y su música de trap resonó con fuerza entre el público, que no paró de moverse y corear sus canciones. Fue una presentación que dejó claro por qué es una de las nuevas caras más emocionantes del género.

Deftones arrasó con su potente mezcla de metal alternativo y shoegaze. Temas como “Rocket Skates” y “My Own Summer (Shove It)” hicieron vibrar el suelo y a todos los presentes. La intensidad de su música y la conexión con los fans crearon un ambiente único, lleno de emociones a flor de piel.

Justice cerró la noche en el main stage con un set de electro-house espectacular. Sus luces y visuales alucinantes, junto con éxitos como “D.A.N.C.E.” y “We Are Your Friends”, lograron que nadie quisiera que la fiesta terminara.

Redacción por: @ludmidavilla

Fotografías por: @fernandamawrphoto

Para: @conciertosencore

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