Dos noches son pocas para todo el rock que albergan en su interior los Arde Bogotá. La banda de Cartagena volvió a demostrar en la ciudad condal con un apabullante doblete de Sold Out, que es la aparición más importante en el último lustro del rock and roll en la lengua de Cervantes. Desgranemos con palabras, si es que eso es humanamente posible, dos noches históricas de puro fuego, sangre y piel.

Imponentes como siempre, los Arde Bogotá saltaban al escenario y ante un océano de voces que los ovacionaban de manera atronadora, disparaban el primer misil stage – público. La elegida era “Veneno”. Estos cuatro profetas del rock, son un bálsamo para los oídos. Los fans que quieren escuchar verdaderos riffs, potentes tambores, un ritmo trepidante de bajo y unas letras en una voz con alma propia, están agradeciendo continuamente al cielo por tenerlos entre ellos.
Dani, Jota, Antonio y Pepe hacen temblar los cimientos de cada ciudad por la que pasan y donde despliegan todo su talento, potencia, furia y pasión a través de sus composiciones. El Sant Jordi Club fue testigo privilegiado de dos shows con referencias al western, al cine y con corazón y alma de puro rock and roll. Un viaje inmersivo y a base de puros riffs electrizantes impregnados de poesía que nos lleva por un recorrido espectacular y con paradas en las estaciones de alegría, esperanza, determinación, baile, autoconocimiento y concluyendo su viaje en un éxtasis eterno. Las imponentes y trabajadas visuales a cargo de Diego Andrés y el equipo de Sabotage, colorean las canciones y ayudan a que la experiencia sea completa.

Piezas como “Quiero casarme contigo”, “Qué vida tan dura” y “El beso”, durante la cual una pareja, mientras el grupo toca, lleva a cabo una escena cargada de amor con una caricia entre sus propios labios de forma apasionada y que es captado magistralmente por las cámaras. Este es solo uno de los detalles del concierto apoteósico de estos cuatro titanes que en directo son apoyados en guitarra por Pedro. Un show inmersivo que lleva al respetable a ser puro fuego. Los Arde Bogotá son un caballo de Troya sonoro del rock que ha llegado para adentrarse en las almas de los fans de todo el orbe.

El reconocimiento también ha llegado, además de agotar entradas en todos los puntos cardinales, en la obtención del disco de platino y de oro certificados por PROMUSICAE y siendo multipremiados en los galardones de la Academia de la música en España en 2024.
Prueba de la enorme expectativa que hay para disfrutarlos en vivo es que, el 2025 los tendrá girando por América en lugares tan emblemáticos como el Vive Latino México, el Lollapalooza Argentina y Chile, el Estéreo Picnic en Colombia, el Tecate Pal Norte en Monterrey y quien sabe si a esto hay que sumarle alguna sorpresa más en el nuevo continente.


Evidentemente, Europa podrá vivir la experiencia de su directo en el Mad Cool en Madrid, y en el Sonorama Ribera en Aranda de Duero, sin olvidar la importante cita en el Estadi Ciutat de Valencia, abriendo su trayectoria en estadios y que auguro, será el primero de una legión.


De su Cartagena natal es el inventor del submarino, Isaac Peral, y me atrevo a decir que sus canciones son los torpedos musicales ideales para ese importante invento del ser humano. La recientemente estrenada “Flores de venganza”, “Clávame tus palabras” y “Exoplaneta” durante la cual los fans exhiben carteles con las coordenadas 571-/9A hasta que llega un mar de luces disparadas desde los teléfonos móviles y crean una postal para enmarcar, son algunas de las composiciones con las que ruge el público. Desde aquí les concedo la mención Cum Laude por haberse doctorado en el rock y tener el talento, valentía y honestidad por haber creado una obra como “La torre Picasso”, de más de 8 minutos, y volverla hipnótica en directo. “Cowboys de la A3” y “Escorpio y Sagitario”, directamente merecen una calificación que aún no se ha creado en la universidad. ¡Excelente!

Por las venas de los Arde corre la virtud de ser inquietos y no conformarse, por ello es que a su show se suma una orquesta de cuerda y los acompaña en canciones como “Copilotos”, “Flor de la mancha” o La Salvación” entre otras, para hacerlas verdaderamente lacrimógenas y emotivas por demás en su versión en vivo.

Pero el respetable pide más, el tiempo se agota, los corazones se agitan y la banda vuelve a disparar certeramente y con munición gruesa su poesía rockera a los extasiados esqueletos de los presentes que, durante las veladas no pararon de cantar, saltar, aplaudir y celebrar cada nota ejecutada por el combo. Himnos como “Los perros”, “Antiaéreo” y “Cariño”, durante la que Antonio, el frontman, se mete entre los fans para delirio de estos, son las últimas caricias para el corazón del respetable. Épica ovación al concluir sus actuaciones recibieron los músicos.

No diga Rock and Roll, diga Arde Bogotá.
Artículo por Mauro Nicolás Gamboa.