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La música conceptual no ha muerto en el mainstream: Twenty One Pilots lo confirma en su visita a Monterrey con el Clancy World Tour

TØP vuelve a dar un concierto en solitario en la ciudad de Monterrey después de seis años, donde el recibimiento y el calor de los regios no se hicieron esperar, pintando un Estadio Banorte de negro y rojo.

El famoso dúo de rock alternativo de Columbus, Ohio, ha conquistado a millones de personas en sus más de diez años de carrera; en su mayoría, jóvenes que se sienten incomprendidos por su contexto y buscan una bandera que los represente y un lugar donde refugiarse. Los amigos Tyler Joseph (vocalista y multiinstrumentista) y Josh Dun (baterista) han sabido hacerlo muy bien, y es que, desde el hit que los lanzó al estrellato, Stressed Out, han representado (voluntaria o accidentalmente) a un sector joven de la población que se siente abrumado por el futuro y cuestiona su alrededor a través del arte.

Esta aura se sintió desde que comenzó a llenarse el recinto, lo cual fue muy temprano, ya que desde muchas horas antes empezaba a abarrotarse Cancha A, el área más cara y cercana al escenario. Pudimos comenzar a notar el cóctel de personalidades que acudieron al evento: jóvenes vestidos de negro, cuellos pintados al estilo Tyler, beanies rojas, escafandras, Vans Old Skool, vestuarios inspirados en los videos musicales y conceptos de TØP… nadie se quedó fuera del dress code.

Lo bonito es que esta pasión que le tienen al proyecto no se queda ahí, sino que persigue todo lo que los representa: pudimos notar un inmenso apoyo, headbanging y energía positiva hacia Balu Brigada, los abridores del concierto, quienes llenaron de destellos indie pop y psicodélicos las gradas del estadio, poniendo a los asistentes en un muy buen mood. No dudaría en que se ganaron unos cuantos cientos de fans.

Al terminar este acto, las luces se encendieron de nuevo, creando una atmósfera de impaciencia por disfrutar el show. Esto no duró mucho, pues minutos más tarde vimos las luces bajar; un bullicio fuerte y gritos de emoción colorearon el aire, dando una cálida bienvenida a los pilotos y haciéndoles saber que esperaban su segunda llegada.

Con visuales conceptuales, un fantástico juego de luces y pirotecnia, comenzó un espectáculo de dos horas sumergido en el universo creado por el increíble dúo. Abrieron con Overcompensate, el tema que encabeza su más reciente álbum, Clancy. El alt-rock mezclado con rap hipnotizó a los más de diez mil asistentes, quienes conocían letra por letra los complejos y urbanos fraseos de Tyler Joseph. Se notaba que eran verdaderos fans, pues no dejaron de cantar en las casi 30 canciones del concierto.

A pesar de ser una banda conceptual, Twenty One Pilots decidió complacer a su público interpretando no solo temas de su más reciente álbum, sino también canciones de sus anteriores volúmenes y piezas clave de su carrera, como The Judge, Tear in My Heart y Heavydirtysoul.

A lo largo de los 120 minutos de show, pudimos ver a Tyler tocar piano, ukelele, bajo y sintetizadores, lo cual expresa la musicalidad del frontman, quien brilló en cada uno de ellos. Pero Josh no se quedó atrás, pues, además de tener diversos espacios para solear en su batería, fue acercado a la cancha en varias ocasiones por medio de una plataforma móvil, permitiéndonos sentir los golpes de su tarola tan cerca que vimos rodar la brillantina del delineado en forma de gotas sobre las mejillas de las fans más sentimentales.

Otro highlight del concierto (muy esperado, por cierto, pero que jamás deja de sorprender) fue la desaparición del vocalista y su reaparición sobre la pantalla lateral del escenario, cantando a una altura inimaginable, digna de un vértigo escalofriante.

También pudimos escuchar los temas más famosos de la agrupación, como Heathens, Shy Away y Ride. En esta última, los TØP nos regalaron uno de los momentos más hermosos de la noche, invitando a Estela, una niña (bilingüe y súper fan, por cierto), a cantar con ellos. La chica recibió una gran ovación y una porra con su nombre.

Después de cambios de ritmo, breakdowns intensos, intercambios de instrumentos, cambios de atuendo y pasos de baile de hip hop, el final del concierto se acercaba. El dúo aprovechó para acercarse de nuevo a las plataformas de la cancha y cerrar el show junto a sus seguidores, creando unos últimos minutos llenos de emotividad.

No es la primera vez que esta enorme banda visita la ciudad de Monterrey, y esperamos que no sea la última, aún más con la ilusión generada por las palabras de los músicos:

“We already want to come back to your beautiful country.”

Si no has escuchado Clancy, el último álbum de Twenty One Pilots, puedes hacerlo en el siguiente enlace. Vale totalmente la pena: Spotify.

No podemos esperar a verlos en el resto de su tour, particularmente en sus fechas por España donde les daremos cobertura de parte de Conciertos Encore. Nos vemos en abril.

Reseña por: Alberto Rodríguez Pérez @alberrdz

Fotografías: Cortesía Ocesa | @FerVega