El mágico y espectacular festival STARLITE Christmas recibía a la única e inigualable Isabel Pantoja. Una de las artistas más importantes de la historia de la música, celebraba en Madrid ante sus miles de seguidores sus primeros 50 años de trayectoria artística.

Previamente, foto obligada en el photocall titánico, todos los asistentes disfrutaban de las espectaculares zonas gourmet, el tradicional mercadillo navideño y paseaban bajo el océano luminoso formado por los puntos de luz y las figuras que adornan el evento, en los pabellones 12 y 14 del recinto de IFEMA en la capital española.

La voz en off del mítico periodista fallecido Jesús Quintero, describía y presentaba a Isabel Pantoja. La orquesta sinfónica, bajo la batuta del legendario director Luis Cobos, comenzaba los primeros acordes de “Aleluya” y acto seguido, con un imponente vestido plateado de plumas, con cola de gasa, aparecía sobre el escenario la protagonista de la noche ante una atronadora ovación por parte del respetable. Un auditorio completamente entregado vibraba ante el torrente de voz de la tonadillera que empezaba su concierto, creando un clima íntimo e interpretando canciones como “Con la gente que me gusta”, “Abrázame muy fuerte” y “Te lo pido por favor” entre otras. Aplausos y más aplausos recibía la cantante ante la demostración de arte que realizaba. Sus fieles seguidores no dejaban ni una milésima de bailar, vibrar, cantar y vitorear a la talentosa intérprete. 

Prosiguiendo con una noche por demás emotiva, este icono de la canción española, corroboraba la versatilidad de su registro con su talentosa y poderosa voz, con canciones que tenían alma de copla, sangre andaluza y corazón flamenco. La artista se mostraba cercana, sonriente, emocionada y conversadora con su público. Felicitaba por las Navidades, deseaba buen comienzo de año y lucia, como es habitual en ella, radiante, imponente y majestuosa.

La velada abrió un momento mágico de villancicos navideños, entre los que cantó “Tú serás mi Navidad” compuesto por el inmortal Juan Gabriel, acompañados de una tradicional Zambomba Jerezana que, junto a la orquesta sinfónica, dirigida ya por Julio Awad, pusieron duende, alegría y color a un show histórico. El espíritu de Juan Gabriel sobrevolaba todo el auditorio, debido a que la artista sevillana no cesaba en recordar a su amigo mexicano o como lo define ella “Mi Compadre”.

Piezas como “América”, “Del olvido al no me acuerdo”, “Que voy a hacer contigo”, y “Hasta que se apague el sol”, entre otras, emocionaban al respetable que formaba un karaoke al unísono junto a la diva de la canción. A destacar es el sonido pulcro y limpio que bajaba desde las tablas, ya que, por momentos, había más de 80 músicos en escena. También es digno de reconocimiento, los planos realizados por Iván de la Rosa a través de su cámara de filmación, con la que captaba la esencia de un concierto único y hacía que el público disfrutara de detalles imperceptibles a la vista humana, como por ejemplo, la pandereta personalizada que lucía la virtuosa interprete. 

El escenario recibía, previa presentación emotiva de Isabel, a la cantante La Húngara, que interpretó junto a ella, en una versión con un gran perfume flamenco, “Garlochí”. Previamente, los fans vibraron con una lacrimógena versión de “Virgen del Rocío”.

La recta final del show, previo cambio de vestuario de la artista por una elegante bata rociera de color rosa capote con volantes y brillos que envolvían su espectacular figura, era para himnos de su repertorio del calibre de “Así fue”, “Veneno”, “El Moreno”, y para concluir más de 3 horas de concierto, con su energía y fuerza habitual, interpretaba “Se me enamora el alma” en una noche épica, que ya está escrita en las páginas doradas del libro de la música universal.

Bajo una atronadora ovación, por parte de los miles de fans llegados desde ambas orillas del atlántico, Isabel Pantoja, se retiraba del stage después de haber emocionado hasta la saciedad al auditorio que contó con hasta tres generaciones distintas de seguidores.

La after party prosiguió hasta altas horas de la madrugada con las sesiones de los mejores DJs acompañados de un cuerpo de baile que hicieron disfrutar a los presentes mientras degustaban sus espirituosos favoritos.  

STARLITE Christmas es una experiencia que cautiva, enamora, y genera emociones únicas en aquellos que disfrutan de una Navidad llena de música y color, en el mejor festival boutique del mundo.

Artículo por Mauro Nicolás Gamboa.

Fotografías cortesía de Christmas Starlite