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La emoción de ir a un concierto

La emoción de un concierto. Estar a unos días del concierto, es una de las emociones más satisfactorias que pueden existir, estar pensando en el espectáculo y en cómo vivirás cada segundo; todo es imaginación y emoción hasta que llega ese día. Te levantas temprano, en ocasiones hasta no se duerme de la emoción, planeas tu mejor outfit, y buscas lo “necesario” para sobrevivir, ya sabes, agua, dinero, audífonos, suéter, alguno que otro snack, el cargador! jamás olviden su cargador, pero aveces no es muy bueno llevar demasiados objetos ya que no los dejan ingresar, si corremos con suerte abra paquetería para dejar nuestra mochila, pero si no es el caso habrá que encargarle nuestras pertenencias a alguien desconocido, aunque being sinceros eso es lo de menos. Estar formado afuera y escuchar como la banda empieza a ensayar unas horas antes de ingresar, es emocionante. Algo que simplemente es inexplicable es cuando vemos que todos comienzan a gritar ya emocionarse cada vez más, y te das cuenta que ya están ingresando al evento, esa emoción y nervios por quedar en las primeras filas, es inexplicable. Ya estar adentro y esperar una hora (o hasta más) recibir uno que otro empujón, pisotón y empezar a acalorarse, aunque todo eso realmente lo vale. La mejor parte de todo es cuando se apagan las luces, la gente empieza a gritar y toda la emoción y energía se siente en el cuerpo, esas ganas de llorar, de gritar son simplemente únicas; y por fin, después de algunos meses, días y horas de espera, por fin ves a tu banda / artista favorito, ver qué todo eso es real y no solo un video de Youtube, son experiencias simplemente únicas, e independiente de cada banda o artista cada uno tiene su manera de hacer que tu noche sea aún más mágica de lo esperado. Sin duda la música es algo que nos llena de vida a absolutamente todos.